En lo que va de mi vida he leído muchos libros ambientados e la 2ª
Guerra Mundial y en todo lo que el holocausto nazi hizo en estos
tiempos, pero nunca había leído nada (hasta que llegó este libro) que se
refiriera al exterminio soviético que Stalin llevó a cabo. Es
sorprendente que las atrocidades que pasaron en estos países
exsoviéticos sean en parte relativamente desconocidas.
Entre tonos de gris es una novela que está narrada en primera
persona, desde el punto de vista de la adolescente Lina. Los personajes
son ficticios, surgidos de la imaginación de la autora, pero todo lo que
se narra fueron hechos reales que sucedieron, ya que la autora realizó
un trabajo de documentación fantástico.
Me hubiese gustado que su final no fuese tan precipitado, quienes lo
hayáis leído o lo leais en un futuro creo que me entendéis perfectamente
a lo que me refiero. No conocemos muchos datos, ni lo que sucede a
muchos de los personajes que ocupan esta historia, etc., deja muchos
puntos abiertos.
Entre tonos de gris es un libro muy sencillo de leer para aquellos a
lo que no os apasiona mucho la lectura, sus capítulos son de apenas un
par de hojas y no se hacen nada pesado. Está escrito con una prosa
sencilla, directa y fluida.
En resumen, Entre tonos de gris narra la historia de Lina y su
familia, de su lucha desde el principio del libro por estar en todo
momento juntos pasara lo que pasara y de su esperanza de volver a casa
los unos con los otros. Una historia llena de dolor, fuerza,
resistencia, esperanza, desesperación, amor y supervivencia.
Desde mi punto de vista, me ha encantado muchísimo este libro. Hacía
tiempo que un libro no me enganchaba de la manera en que lo ha hecho él,
ya que quería acabarlo, pero en cierta parte cada vez que me acercaba
al final me daba pena tener que acabarlo.
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