Sinopsis
En un entorno de naturaleza agreste y de relaciones salvajes, la protagonista de Sanguínea entra y sale de cavernas y de cuerpos, de espacios fantasmales habitados o deshabitados, de vínculos atravesados por la pérdida, la negación del futuro y la desesperanza.
Sanguínea es el registro de su flujo de conciencia y de una crisis íntima: la historia de una mujer que se desliza sobre unos patines por caminos abruptos y trata de enfrentar una deriva amorosa, una inesperada e imposible maternidad y el más doloroso de los desprendimientos. Pero Sanguínea es también una novela de resistencia. De resistencia del cuerpo y contra el cuerpo. Una novela de revelaciones turbadoras. Una novela que grita.
Reseña
Posiblemente sea uno de los libros que más me va a costar reseñar, y no será porque no me ha gustado. Lo contrario. Es muy difícil de describir un libro tan especial e intenso como este. Trata sobre una mujer que parece hundida en una situación de la que no puede salir. Y el libro está claramente diferenciado en dos bloques. El primero, lleno de locura, borrachera, de excesos. Y el segundo, tras un hecho que lo cambia todo, más estable.
En el primer bloque entre un exceso y otro se desarrolla la existencia. Las ganas de amar y ser amado. La búsqueda de sensaciones extremas, en forma de violencia. Por ello la sangre juega un papel tan importante. Los golpes que sangran, la menstruación, todo son símbolos de una vida llevada al límite. Se da mucha importancia a todo lo que siente el cuerpo y su relación con la mente.
Tras su fracasado matrimonio la protagonista se ve desesperada, y entra en una vorágine de relaciones que bordean todos los excesos. Algo a lo que se lanza y se presta a hacer como acto de supervivencia. Un fiel análisis de lo que pueden ser nuestras relaciones sociales cuando estamos heridos y rogamos ese “ser queridos”.
Y cabe decir que hay mucho dolor, mucha sangre, y muchas ganas de usar ambas cosas para sentirse viva. La manera de abordar el cuerpo femenino es otro de los valores de este libro tan singular. La forma de narrar de Gabriela Ponce sin ningún tipo de tabú, convierte a este libro en algo muy necesario y que todos deberían de leer.
Gracias a Babelio por haberme mandado este ejemplar y haber podido disfrutar de este libro de Gabriela Ponce digno de leer. Una lectura de la que no es fácil escapar.
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